sábado, 22 de noviembre de 2014

Rosa y espina: Intervenciones menos invasivas.


Estando con la persona responsable del grupo de segundo año, un día que fue soleado, se ensayó con mayor tiempo la rutina de ejercicios para presentar en el mes de noviembre, se requería aventajar para que continuaran los estudiantes  familiarizándose con el ejercicio. Durante ese día el trabajo que tuve a bien de observar por parte de la directora fueron exclusivamente prácticas de narración positiva, la idea de ver como se desenvolvían los jóvenes con esta actividad se fue hacia los llamados de la maestra con expresiones del tipo “Todo el mundo está en su lugar”, “Felicidades a este equipo por lograr la pirámide” y “Un aplauso porque es la primera vez que todos lo realizan bien”. En el momento en que la profesora dijo esta última oración, se pasó de la apatía hacia el entusiasmo, también se podía observar como era doble el esfuerzo de la maestra para mantener ese estado.


Al presentarse la necesidad de cubrir a otros estudiantes de tercer grado, estaba poco confiado en como se lo tomarían cuando estuviera conviviendo con ellos durante su ensayo para un bailable. Al llegar, de 5 a 6 personas estaban sin participar, se dio la indicación de que solo son 2 horas, que tenemos que aprovechar el tiempo. Hasta aquí estuvo bien y se comenzó con el ejercicio, el hecho que ayudó fue que el grupo lo realizaba con orgullo. Luego de un descanso comenzaron con un género nuevo excepto uno de ellos, un joven. Ya era media canción y faltaba de integrarse incluso sin mirar a sus compañeros. Al ver quien era el alumno, con dudas, dejé de lado a la práctica menos invasiva y tratando de evitar un tono negativo pronuncié algo como “Fernando a bailar”. Su postura de estar sentado en su butaca se modificó para luego seguirlos, en esta vez, la intervención fue el empujón que el compañero necesitaba para animarse a seguir con la coreografía. Pareciera que estaba de acuerdo  con la indicación, aunque esta es una que sigue siendo apta para esquivar en las formas de mi actuar, esto esencialmente porque para poder conectar con los alumnos durante el desarrollo de otras actividades, se requiere el apoyo del grupo, que como en el primer ejemplo, es algo que aún una persona que es altamente respetada por la escuela lo realiza.



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