Rosa y espina: Intervenciones menos invasivas.
Estando con la persona responsable del
grupo de segundo año, un día que fue soleado, se ensayó con mayor tiempo la
rutina de ejercicios para presentar en el mes de noviembre, se requería
aventajar para que continuaran los estudiantes familiarizándose con el
ejercicio. Durante ese día el trabajo que tuve a bien de observar por parte de
la directora fueron exclusivamente prácticas de narración positiva, la idea de
ver como se desenvolvían los jóvenes con esta actividad se fue hacia los
llamados de la maestra con expresiones del tipo “Todo el mundo está en su
lugar”, “Felicidades a este equipo por lograr la pirámide” y “Un aplauso porque
es la primera vez que todos lo realizan bien”. En el momento en que la
profesora dijo esta última oración, se pasó de la apatía hacia el entusiasmo,
también se podía observar como era doble el esfuerzo de la maestra para
mantener ese estado.
Al presentarse la necesidad de cubrir a
otros estudiantes de tercer grado, estaba poco confiado en como se lo tomarían
cuando estuviera conviviendo con ellos durante su ensayo para un bailable. Al
llegar, de 5 a 6 personas estaban sin participar, se dio la indicación de que
solo son 2 horas, que tenemos que aprovechar el tiempo. Hasta aquí estuvo bien
y se comenzó con el ejercicio, el hecho que ayudó fue que el grupo lo realizaba
con orgullo. Luego de un descanso comenzaron con un género nuevo excepto uno de
ellos, un joven. Ya era media canción y faltaba de integrarse incluso sin mirar
a sus compañeros. Al ver quien era el alumno, con dudas, dejé de lado a la
práctica menos invasiva y tratando de evitar un tono negativo pronuncié algo
como “Fernando a bailar”. Su postura de estar sentado en su butaca se
modificó para luego seguirlos, en esta vez, la intervención fue el empujón que
el compañero necesitaba para animarse a seguir con la coreografía. Pareciera
que estaba de acuerdo con la indicación, aunque esta es una que sigue
siendo apta para esquivar en las formas de mi actuar, esto esencialmente porque para
poder conectar con los alumnos durante el desarrollo de otras actividades, se
requiere el apoyo del grupo, que como en el primer ejemplo, es algo que aún una
persona que es altamente respetada por la escuela lo realiza.
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