miércoles, 12 de febrero de 2014

Como la historia de los cangrejos, así somos...como los cangrejos.

Freire hace mención de la importancia de conocer el contexto cultural del lugar y de las personas dónde y con quién se trabaja, esa premisa es con la que he crecido, y con la que intento trabajar. Y se ha visto reforzada cuando al visitar a las familias, algunos padres y madres me dicen que no siguieron estudiando porque el profesor que les impartía clases no hablaba náhuatl y ellos no hablaban español, el resultado: ninguno de los dos se entendía; en varios casos esa es la razón por la que mis estudiantes, en el mejor de los casos entienden pero no hablan náhuatl, situación muy lamentable.

Conocer la cultura es un reto muy grande, pero no hay otra forma de identificar el conocimiento cultural que posee cierta comunidad, y en ese caso es improbable poder empezar el proceso de conocer lo conocido, elemento relevancia mayúscula si lo que se pretende es rescatar y exaltar todo ese bagaje que ya se posee y obtener de ello los recursos para mejorar.

1 comentario:

  1. ¿Sabes? Al leer esto me recordó que algunos de nuestros compañeros enseñan Inglés en lugares en los que se habla náhuatl, y que de alguna forma entre alumnos y maestros están teniendo ese aprendizaje mutuo. Como PEMs están aprendiendo náhuatl (tal vez no por una motivación propia, sino por necesidad) y los alumnos aprendiendo Inglés (porque sus asignaturas ya están establecidas). He de pensar (porque no lo he vivido) que es un proceso nada fácil, pero que gratificante ha de ser el tener un aprendizaje mutuo. Donde el respeto por las lenguas sea lo principal.

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