Esa sensación de revoltijo en algún órgano interno como consecuencia de
un cúmulo de emociones que almacenamos, que queremos conservar; las guardamos
en cajas diminutas que después escondemos en algún recóndito lugar de lo que
llamamos panza, o en ocasiones en la garganta –Tengo un nudo en la garganta, un
nudo en el estómago, no puedo hablar, no quiero- alardeamos y dejamos que pase ese pasmo que
nos provoca sentirnos atrapados en nosotros mismos.
Cajas diminutas: sólidos geométricos, con ángulos y vértices, líneas y
sombras entre sus caras; las amontonamos, enmarañamos, dejan de ser uno y se
convierten en un todo, un todo orgánico, integrado y con rastros de perfección,
pareciese que vivimos con un universo complejo dentro, que no nos permite poder tocar al otro,
sentirle, amarle. ¿Qué es del ser humano si el único tesoro que puede mantener
intacto son estas cajas diminutas llenas de emociones? Este ensayo es una
reflexión sobre Aprender la condición
humana: Ensayo sobre Pedagogía de la Ternura de Alejandro Cussiánovich,
cabe mencionar que los temas de los que hablo se presentan del prólogo al
segundo capítulo; no pretendo profundizar en cuanto a pedagogía se refiere,
sino relacionar lo que dice Cussiánovich con temas que me generan particular
interés: el lenguaje, teoría de sistemas y el desarrollo sustentable, todo
aplicado a la educación.
Pedagogía de la Ternura busca
recuperar el sujeto que en el contexto se ha refundido, Cussiánovich habla de
cómo se ha desdibujado social y
políticamente el sujeto, se pierde como sujeto ético, como lugar de encuentro,
como posibilidad de humanización, como el que nunca debe dejar de aprender la
condición humana. (Cussiánovich, 2007)
¿Por qué hablar del lenguaje?
Las relaciones interpersonales se
ven trastocadas por el uso del lenguaje, que, a través de la historia, ha sido fuente
de colonización al imponer contenidos cognitivos. Recurriré a una curiosa
definición para hacer más comprensible el punto al que me refiero: palimpsesto, palabra usada para definir
la forma en la que un “manuscrito antiguo conserva huellas de una escritura
anterior” (RAE, 2010) en este caso, palimpsesto es lo que sucede cuando el
lenguaje adquiere ese contenido cognitivo, es la segunda capa que envuelve a
las palabras, es todo lo que han adquirido más allá de su definición y que se
va acumulando y combinando con todo lo que ya contiene.
Con lo anterior, imagino al educador como un recipiente de contenidos, es
lenguaje per sé, y debe ser traductor, convertirse en un políglota e intérprete,
conocer pautas de comportamiento, formas de consumo, formas de vida y aprender
y vivir el lenguaje y los discursos de los que dé cátedra, pues se aprende más del ejemplo que de los discursos.
Nota al lector.
Hago una catarsis que me permita seguir escribiendo.
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