lunes, 9 de diciembre de 2013

La poción mágica

Pienso en el maestro ideal, el soñado, el que necesitamos, el maestro que muy pocos son/somos. Freire habla de que este maestro ideal debe ser:

Humilde. Regirse por la valentía, la confianza en sí mismo y en los demás.

Una frase que rescato de esta parte y con la que podría resumirla es "Todos sabemos algo, todos ignoramos algo". Ser un maestro humilde es ser una persona siempre dispuesta a aprender y a enseñar.

Amoroso. Tener amor a los alumnos y al proceso de enseñar y entregarse a su trabajo con ese amor armado (un amor luchador de quien se afirma en el derecho o en el deber de tener el derecho de luchar, de denunciar, de anunciar).

Valiente. Sabe gobernar y educar el miedo. Provoca críticamente la consciencia del alumno. Aprende y enseña a superar el miedo con tácticas que disminuyan los riegos que provocan el miedo.

Tolerante. Convive con lo que es diferente, desde el respeto, la disciplina y la ética.

Seguro. Freire menciona que decidir significa romper para optar y desde este punto de partida el maestro y el alumno pueden adueñarse de competencias científicas, claridad política e integridad ética, que los arman de seguridad. 

Alegre. Por último, tener la alegría de vivir, fomentar y luchar por una escuela alegre, que contagie ganas de ser y estar.

¿Por qué como PEMs debemos buscar fortalecer estos 6 pilares?
Aunque la mayoría de nosotros no tenemos formación docente, compartimos ese pensamiento idealista "quiero cambiar ______". Queremos cambiar algo, cada uno tiene su historia, sus metas y motivaciones pero coincidimos en que podremos cambiar ese algo comenzando aquí, en un salón de clases. 

En la Quinta Carta Freire dice que:

       "No basta querer para cambiar el mundo. Querer es fundamental pero no es          suficiente. También es preciso saber querer, aprender a saber querer, lo que implica aprender a saber luchar políticamente con tácticas adecuadas y coherentes con nuestros sueños estratégicos" 

Educarnos como un maestro ideal nos ayudará a lograr ese cambio que buscamos, debemos ser las personas que queremos que nuestros alumnos/hijos/hermanos sean. Cada quien tiene el poder de crear la fórmula para esta poción mágica. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario