Cada vez que releía
la palabra “Disciplina” contenida en la
última carta venían a mi mente dos vertientes: La disciplina que deben mostrar
los estudiantes hacia sus compañeros y docente relacionada al correcto
comportamiento para mantener la armonía en el aula y la segunda y más
importante la disciplina que deben exigirse ellos mismos al realizar sus
actividades (de cualquier ámbito, no solo académico). Normalmente quienes
estamos frente a un grupo comenzamos con
tratar la primera, donde invocamos el orden, cuestión muy acertada el
problema viene cuando no trascendemos hacia el otro lado de la disciplina,
ocasionando que no detonamos ese sentido de responsabilidad en los estudiantes
para que ellos sean quienes nutran su compromiso
personal.
Utópicamente si todos nuestros estudiantes fueran
disciplinados y rigurosos con su educación el proceso seria si vez
Me atrevo suponer que
esta disciplina interna tiene sus orígenes en el seno familiar, en la manera en
la que sus padres formaron a esos niños, los comentarios que los tutores le
hacen sobre la manera en que debe de tomar a los maestros mas sin embargo tiene mucho que ver también el
carácter que el niño presente al momento de ingresar a la escuela donde el debe
tomar desde ya responsabilidad por sus actos (sino ¿cuándo sabrá que el es
actor principal en esta obra?).
No se trata de tener
una escuela llena de castigos y castigados, de consecuencias y regaños, de
alumnos ejemplares y muro de los elogios. Se trata de tener un aula en armonía,
como Freire lo dice debe existir cierta libertad entre los estudiantes pues
básicamente deben sentirse cómodos estando en donde están, el proceso del
aprendizaje debería representar un placer o cuando menos no una carga en cada
uno de ellos.
Al iniciar el
semestre, se empleó un cartel en donde se indicaban los compromisos de cada uno
de los integrantes del aula, se explicó a que se refería cada punto y por qué
era importante cumplirlo, por supuesto se pidió su colaboración para agregar y/0
modificar puntos y se pidió su opinión para que ellos hicieran suyos esos
compromisos. Lo anterior no es más que una sugerencia de comportamiento, donde
intrincadamente pareciera que solo se trata el primer tipo de disciplina pero
realmente era necesaria pues eran grupos desconocimos inclusive un poco
desordenados, el plan maestro viene después de tener las reglas claras y este
no está constituido por regaños solamente, para mi es muy importante el tener
un dialogo (no solo matemático) con los estudiantes, escucharlos e inclusive
aconsejarlos, Razones hay varias; cada uno de ellos es una historia y muy
interesante pero en referente a la disciplina porque con esta acción ellos
comenzarán a generar confianza hacia mi permitiendo que yo invoque confianza
hacia ellos mismos y halague o reclame su disciplina personal. Además es grato
el aprender de alguien que te cae bien y sobre todo confías.
No deseo que se
entienda que ahora colaboro solo en grupos ideales llenos de confianza y
dialogo, sigue habiendo retos algunos muy grandes pero poco a poco van siendo
más quienes se abren y es una acción que se contagia, al final de cuentas con
cada estudiante que tengamos de nuestro lado será un aliado mas.
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